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Treinta proposiciones
Proposicion 13
Proposicion 28
Ninguna otra pestilencia pudo el diablo inventar para destruir todo aquel orbe, consumir y matar todas aquellas gentes dél y despoblar como ha despoblado tan grandes y tan poblados reinos, y esta sola bastaba para despoblar el mundo, como fué la invención del repartimiento y encomiendas de aquellas gentes, que repartieron y las encomendaron a los españoles, como si se las encomendaran a todos los diablos, o como hatajos de ganados entregados a hambrientos lobos. Por esta encomienda o repartimiento, que fué la más cruel especie de tiranía y más digna de fuego infernal que pudo ser imaginada, todas aquellas gentes son impedidas de rescebir la fee y religión cristiana, por ocupallos noches y días los españoles, sus infelices tiranos comendadores, en las minas y trabajos personales y tributos increíbles, y con echalles cargas a cuestas que las lleven ciento y docientas leguas, como y peores que si fuesen bestias, y con perseguir y echar de los pueblos de los indios a los religiosos predicadores de la fee, que les doctrinan y dan conoscimiento de Dios, por no tener testigos de sus violencias, crueldades, latrocinios continuos y homicidios. Por estas encomiendas y repartimiento han padecido y padecen continuos tormentos, robos, injusticias en sus personas y en fijos e mujeres y bienes los indios. Por estas encomiendas y repartimientos han perecido en obra de cuarenta y seis años, yo presente, sobre quince cuentos de ánimas, sin fe y sin sacramentos, y han despoblado más de tres mill leguas de tierra; e yo, digo, presente. Y mientras estas encomiendas duraren, yo pido a Dios que sea testigo y juez desto que digo, que no bastará el poder de los reyes, aunque estuviesen presentes, a que no perezcan, y se acaben, y consuman todos los indios como por esta vía se acabarían mil mundos sin tener remedio.
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